A veces podemos llegar a ser demasiado tiquismiquis en lo relacionado con el mundo animal. El revuelo montado por un insecto que no podrá alzar más el vuelo es un ejemplo claro. Y mientras tanto yo me aguanto acribillado por los pérfidos mosquitos. Podía tener sangre azul, pero se me quedó en dulce.
jueves, 2 de julio de 2009
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